Mientras está de vacaciones, la mujer de Stéphane desaparece sin dejar rastro. Se trata de una desaparición más, pero lo cierto es que no lo es, ya que Stéphane es un capitán de la policía de París, en concreto de la Policía Judicial de la ciudad.
Cuando desaparece una mujer, su pareja es siempre el principal sospechoso, al menos en un principio. Esto es lo que le pasa a Stéphane, que no puede soportar la idea de que sus compañeros lo acusen de la desaparición de su mujer, y huye con su hijo.
Desde luego, huir no le ayuda en nada a la hora de demostrar su inocencia, pero Stéphane no quiere terminar en una cárcel a la espera de que todo se aclare. Por eso, desde un primer momento comienza a investigar por su cuenta, pues quiere demostrar que es inocente, pero también quiere averiguar qué es lo que le ha pasado a su mujer.