Anja y sus cuatro compañeros se van de acampada, pero las cosas se tuercen cuando unos bichos infectan a una de las chicas. La mutación no tarda en llegar: la joven se convierte en salvaje, en un ser primitivo, un depredador con deseos de devorar a sus amigos. Anja y sus colegas deberían conocer la lección de The Descent: no te adentrarás en una gruta oscura. Por suerte, el director Josh Reed sí la conoce y ofrece un filme de terror sangriento y adrenalínico.